martes, 6 de octubre de 2009

AUTORITAS Y POTESTAS (ligado)

Los romanos distinguían entre ‘autoritas’ y ‘potestas’, alabando la primera por encima de la segunda
(En la antigua Roma el senado es el órgano consultivo que representa la experiencia, acudiendo a él para buscar consejo. Goza de Autoritas (prestigio y sabiduría). Al Senado le corresponden los cargos más altos. En su origen la palabra Autoritas tenía un significado mucho más rico que el actual.Para entenderlo hay que tener en cuenta qué concepto de autoridad tenían los romanos y contraponerlo a otra palabra como poder (potestas) La Autoritas romana no es la simple condición de poder, tiene más que ver con el reconocimiento, es un atributo. Mientras que la potestas se asocia a un ejercicio que se impone. La Autoritas es una concepción distinta sobre la dirección y modelos de relación y tiene más que ver con las habilidades que uno es capaz de accionar en los otros, tiene que ver con el liderazgo o con la capacidad de crear entornos favorables. Diálogo frente a orden. Comunicación frente a imposición. Crear equipo en lugar de imponer en base a un organigrama. Convencer frente a vencer. Comunidad frente a fuerza. Autoritas frente a potestas.)

La autoritas se conquista mediante la adhesión, la persuasión y la convicción del buen ejemplo de alguien sobre otro. De esta forma, las indicaciones de la persona revestida de “autoritas” suelen ser acogidas de buen grado y no como imposiciones, ya que el que tiene la autoridad va por delante en aquello que indica. Se basa fundamentalmente en el ejemplo y es imprescindible para lograr de aquellos sobre los que se ejerce la verdadera obediencia: aquella que se sustenta sobre la aceptación de la superioridad moral del que ordena y que permite que el que obedece haga suyo lo mandado. Labor nada fácil, ya que requiere en el ‘ordenante’ una lucha constante por adecuar su conducta a aquello que desea que los otros hagan. La “autoritas” se basa en la capacidad de las personas en puestos de responsabilidad de convencer y persuadir al otro.
La potestas, en cambio, está relacionada con la fuerza y la imposición coercitiva. Es necesario el poder ejercer dicha fuerza para imponer algo, el tener la ‘potestad’ de imponerse sobre una persona en función de la fuerza, amenaza o coacción.
Para los padres y maestros, el objetivo sería lograr esa autoritas y no tener que hacer uso nunca de la potestas. Lograr que los que deben acatar lo ordenado lo hagan por el fervor a quien lo manda que por el temor al castigo. La obediencia por miedo no es eficaz a largo plazo.
Una cuestión bien distinta es: que lograr hacerse merecedor de esa autoritas es mucho más complicado que hacerse con el ejercicio de la potestas. Pero convengamos todos que la tarea de educar y/o enseñar nadie ha dicho que sea fácil o cómoda.